Hijo del célebre Húngaro, fallecido hace cincuenta años, este lector rememora el recuerdo de Elemér Hantos.

Hace cincuenta años Elemér Hantos moría en Budapest, su ciudad natal. Este profesor de finanzas públicas, previamente secretario de Estado de Comercio y, durante un breve período de tiempo, el presidente y director general del Banco de Emisión de Hungría, era muy conocido en Ginebra.
Hantos fue el fundador del Instituto de Europa Central de Viena, de Budapest, de Brno y del Centro de Estudios de Europa Central en la Universidad de Ginebra (1930). Asimismo, fue el autor de numerosos libros importantes y de innumerables artículos acerca de la situación económica y financiera mundial, fundamentalmente sobre los problemas de los países de Europa Central. Así, Hantos ejerció una gran influencia sobre la opinión internacional y dio a conocer la necesidad de la creación de una confederación económica danubiana. Además, el plan danubiano del presidente André Tardieu (1932) lleva las marcas de las ideas de Hantos.
Entre 1923 y 1938, Elemér Hantos vino seguido a Ginebra, dónde participó desde 1923 en los trabajos de la Comisión Económica de la Sociedad de las Naciones y, un año más tarde, fue nombrado ponente de la misma. En 1930, Hantos dio cursos brillantes en el Instituto de Altos Estudios Internacionales, así como una conferencia en la Universidad de Ginebra, la cual fue recibida afectuosamente por un público atento y numeroso.
A partir de los recientes cambios en el Este, las ideas de Hantos han resurgido, y en algunos países de la región, las instituciones se ocupan de cuestiones conflictivas de Europa Central, haciendo que reaparezcan los rastros de su espíritu conciliatorio.
Elemér Hantos.